sábado, 2 de octubre de 2010

Lúgubre

Pienso en nada en medio del desierto, que anhelo en las mañanas,
tardes, días, noches, sin recuerdos, sin momentos, sin sentido,
añorando un motivo para exsistir, mientrás el viento
con su fría locura, sabe que aunque yo no lo crea, Miento.

Ocultar, decir sí, siempre positivo con la frente en alto
y las lágrimas de rabia en el bolsillo del pantalón,
esperando que el amoníaco de la mañana me carcoma la garganta,
porque la tierra que siente mis latidos, entiende que, Miento.

Sonriendo cuando llega la noche, porque escondo los cortes,
haciendo malabares para estar en pie, con una sonrisa ida
ojos cansados, piernas que tiemblan, esperando un tren fantasma,
una salida, una caricia, el silencio saturado de te amos, sabe que Miento.

Asiento cada sentimiento en cada paso que doy en la ciudad,
dibujo anhelos en las caras de transeúntes, graffitis de sangre
seca adornan las avenidas, y en ese momento, yo sonrío al ver
a la muerte buscar comida, y al verme me susurra, Hoy no. Y le Miento.

Le digo que todo va a estar bien en su nuevo hogar,
que no se preocupe, la abrazo y le digo, nadie te querra visitar,
entonces con ternura maternal, me dice: -No te preocupes, los
vendré a buscar, y siguio su camino hacia el Malecón....

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