viernes, 8 de enero de 2010

Caminando por la ciudad


Hoy reconocí, en las mujeres que habitan mi ciudad,
en sus pasos, en sus movimientos, en sus ojos, sus manos,
sus pies, sus senos, sus piernas largas, en sus labios
cada una de ella, es como una estación para las agujas
del corazón de este lugar, en esta ciudad, a pesar
de que el frío arrecia en verano, quizas se pueda sobrevivir
hasta a una explosión nuclear, por lo bellas que son algunas
de las mujeres que habitan este lugar.