lunes, 4 de agosto de 2008

Un cuerpo, un adiós.


Han hablado de ti mis ojos,
te han tocado mis miedos
se han roto las agujas de mi corazon
y he perdido la noción del dolor.

Han escrito de ti mi pena y mi llanto
he sentido a los inviernos en mi silencio,
y he llenado de amaneceres rotos
los espacios que dibujan mis dedos,

en medio de la pradera de tus odios,
he caminado cargando la cruz de tu olvido,
requiem del amor que se perdió
en el océano salado del llanto, de un adiós.


Entre el luego y el recuerdo conmovedor
del sabor de tu cuerpo bendito,
entre la bruma de tu sudor, tu pasión
y el desamor de este pecador,

han hablado de ti mis otros yo,
los que subsistiran a este enfermo pedido,
sin devocion, sin credo, sin final, sin dios,
sin la razon de su creacion....


Silencio


a ti... amuleto de miel,

1 comentario:

MIK dijo...

Este es uno de los mejores poemas que he leído en años. ;):